Mientras el Departamento de Seguridad Vasco le negaba todo reconocimiento, el Gobierno Español procedió a indemnizarle como víctima del terrorismo. Así mismo el Rey le concedió la Encomienda de la Real Orden de Reconocimiento civil a las Víctimas del terrorismo.
Resulta del todo triste que una víctima del terrorismo vasca reciba todo el reconocimiento del Gobierno Español y haya que acudir a los tribunales para que el Gobierno elegido por la Sociedad Vasca, a quien el compañero ha servido aun con riesgo para su vida, reconozca su dedicación y entrega. Por contra, si lo hace con otros ciudadanos que no han sufrido ni directa ni indirectamente acto terrorista alguno.
El fallo, además de reconocer su Incapacidad Permanente por accidente laboral como Acto de Servicio, obliga al Departamento a que le conceda la distinción honorífica que corresponda con los derechos inherentes a dicha distinción.
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