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Factores precipitantes del acoso moral en la empresa del S.XXI
Acudió a la psicóloga. Se puso en manos de un abogado. Inició una cadena de denuncias y procesos judiciales. Perdió algunos, ganó otros, pero los procesos se dilataban en el tiempo. María malvivía entre períodos cada vez más largos de baja y angustiosas vueltas al trabajo.
Sáez et al. (2001) señalan, entre otros, los siguientes aspectos:
· Un inadecuado diseño de los puestos de trabajo, así como la falta de definición de las funciones y tareas para cada uno. · Una falta de valoración de los empleados por parte de la organización. · Un inadecuado liderazgo. · Sistemas de comunicación ineficaces (unidireccionales). · Falta de participación de los trabajadores en la toma de decisiones. · Lugares de trabajo con un alto grado de estrés y presión por parte de los superiores. · Inexistencia de políticas de resolución de conflictos. · Negación o incredulidad por parte de los responsables de la organización. · Falta de políticas sancionadoras o de penalización por parte de la dirección de la organización en caso de que se den situaciones de acoso.
También, se señala la existencia de una serie de factores externos a la organización, que de igual manera pueden llegar a favorecer situaciones de acoso en el lugar de trabajo:
· El conjunto de valores y normas de una sociedad que ejercen una influencia negativa en la cultura de la organización. · Aumento de la flexibilidad de horarios con el establecimiento de diferentes turnos, lo cual supone una mayor dificultad para entablar relaciones interpersonales duraderas. · Fuerte competencia económica de las sociedades actuales.
El Parlamento Europeo, en su resolución 2001/2339, cita algunas de estas características en sus consideraciones E y F:
· Estrés · Trabajo con mucha tensión · Mayor grado de competitividad · Menor estabilidad en el empleo · Situación laboral precaria · Deficiencias en la organización del trabajo, con problemas prolongados e irresueltos · Déficit en la información interna y la gestión
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